jueves, 3 de junio de 2010

"No des una segunda oportunidad"










La violencia física es brutal, inmediata y cegadora, una auténtica explosión de dolor que paraliza o relentiza el tiempo, sacudiendo nuestra parte animal, encogiéndonos y transformando la palabra en alarido. Su imperio es la lágrima y su resultado el TERROR su fin es la herida, la sangre y la muerte inmediata o aplazada.


La violencia psicológica es sutil, equívoca y persistente, su aplicación estrangula el pensamiento, anestesia los sentimientos y destruye los ideales. Nos oprime el alma, quitándonos el derecho supremo de todo ser humano: el derecho a pensar, a decidir, a escoger, a sentir aquello que se desea, a decir NO. Finalmente hace que no podamos saber lo que realmente sentimos o queremos, nos impide vivir en plenitud, ya que la autentica felicidad consiste básicamente en hacer lo que deseamos, según lo que realmente somos.


Norbert Elías, en su obra “El proceso de civilización”, reflexiona sobre estos temas: “pensemos, por ejemplo, en las causas del maltrato doméstico a las mujeres, desgraciadamente, este es una forma de intercambio: violencia a cambio de sumisión. Los maridos que matan a sus mujeres están haciendo un discurso de autoridad y poder cargado de connotaciones simbólicas, tal como muestran las sofisticadas formas que utiliza, tirar a la mujer por la ventana o quemarle la cara no son solamente actos de agresión física, son discursos expresivos de una forma de percibir la realidad basada en la diferenciación de género”. El ciclo de la violencia se basa en una percepción de la realidad diferenciada entre el agresor y la víctima, para esta última actúa como la conclusión de una estrategia diabólica de degradación psicológica y la destrucción de su autoestima que legitima y refuerza una percepción impuesta que le conduce a creer que en parte es culpable de la violencia a la que se ve sometida. Por otro lado, el agresor queda auto justificado en su conducta, ya que la cataloga como “justa” y “proporcional” delante de una víctima que se la merece por su “comportamiento” o su “rebeldía”.

Lo auténticamente terrorífico y monstruoso es que en el siglo XXI una parte no despreciable de la humanidad siga utilizando estas formas de “racionalidad” que más merecen denominarse como estallidos viscerales de “animalidad”.
Miguel Córdoba Historiador, Inspector Jefe de la Policía Local de Vilassar de Mar



Este texto es una parte de un artículo de Miguel Córdoba que, bajo mi punto de vista, define el TERROR que estamos sufriendo las mujeres pero la cruda realidad es que cada vez que muere una mujer tan sólo se convierte en un número: la víctima 21, la 51 y, a veces, por desgracia bastante a menudo, cuando dan la noticia ella tan sólo es la víctima y el agresor el protagonista..... se suicido después.. se entregó...se confeso...Se remarca una y otra vez la educación patriarcal y machista que hemos recibido y que persiste hoy en día. YA SON 60
MUJERES ASESINADAS DURANTE 2010.



Y que hacemos las demás mujeres: indignarnos,lamentarnos,decir que tal vez podríamos haber hecho más...¿QUE PODEMOS HACER DESDE N/ASOCIACIÓN DE MUJERES?. Condenar una y otra vez la violencia machista, reivindicar la asignatura de Igualdad en el sistema educativo y seguir trabajando para que nadie vuelva a morir y también para que nadie muera en vida o viva arrodillada por lo que propongo: UN ÁRBOL (Tilos y/o arboles frutales) POR CADA MUJER ASESINADA. Creemos vida para preservar su memoria. Hoy, 23 de agosto de 2010 ya tendriamos plantados 51 árboles.




¡MANTENLA ENCENDIDA!
EN MEMORIA .. . . . ..
Ya que no plantamos un árbol por cada mujer asesinada. Todo lo que te pedimos es que mantengas esta VELA, en memoria de todas las mujeres asesinadas por violencia de género.





Una Vela No Pierde Nada Por Encender A Otra Vela.¡Por Favor Mantén Esta Vela Encendida!
A.V.G. (P.A.D.P.M)