domingo, 30 de octubre de 2011

Manifiesto
La ciudadanía es una conquista reciente para las mujeres. Las españolas en las tres últimas décadas, hemos ido transformando la igualdad formal en libertades: libertad para tener educación, libertad para tener salud, libertad para tener autonomía económica, libertad para decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.

Las mujeres españolas al ganar espacios de derecho y libertad, hemos sido agentes clave para los avances democráticos y somos hoy imprescindibles para el desarrollo social y económico.

Este largo camino que hemos recorrido nos autoriza a reclamar compromisos de largo alcance porque todas y cada una de esas libertades necesitan del reconocimiento político. Nosotras sabemos que la consolidación de derechos es clave para hacer efectiva la igualdad.

En estos últimos años, hemos visto el compromiso activo del PSOE con el reconocimiento de nuestras libertades. Ese reconocimiento se tradujo de su mano en leyes: la Ley Integral contra la Violencia de Género, la Ley de Igualdad, su apuesta firme por la paridad, la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, o el reconocimiento de derechos económicos a las mujeres rurales.

Con el PSOE, se pasó de las declaraciones formales a los hechos. Con el PSOE, se paso de los principios declarativos al impulso de las acciones positivas que eliminasen los obstáculos que tradicionalmente impiden el ejercicio de los derechos reconocidos.

Nosotras, las mujeres, también hemos visto en estos años recrudecerse la negación de nuestras libertades: a la Iglesia limitando nuestro campo de actuación en aras de una moralidad espuria; hemos visto una reacción misógina, orquestada a través de algunos medios de comunicación, que pretenden explicarnos cómo somos y qué debemos querer las mujeres. Hemos visto a una derecha política, que a través del Partido Popular trata de oponerse activamente a nuestros avances en libertad, recurriendo ante el Tribunal Constitucional, las leyes que nos otorgan derechos.

Por ello, porque sabemos el lugar que cada quien ocupa en el reconocimiento de la igualdad es por lo que damos nuestro apoyo a Alfredo Perez Rubalcaba.

Damos nuestro apoyo al PSOE, porque el PP ya ha iniciado el retroceso en derechos y comienza a hacer realidad sus amenazas de revisión o supresión de los avances legislativos en materia de igualdad.

Los primeros pasos del PP en aquellas Comunidades Autónomas donde gobiernan -o donde recientemente ha llegado al poder- han puesto en evidencia su objetivo de suprimir o modificar sustancialmente las estructuras que velan por la igualdad, en un claro intento por destruir el tejido institucional que ha permitido los avances sociales en materia de género.

Porque aún nos queda un largo camino por recorrer, hacemos un llamamiento a las ciudadanas españolas para que den su apoyo a quien ha manifestado su compromiso con las políticas que permiten reforzar la autonomía económica de las mujeres y facilitar las vías para una mayor actividad emprendedora de las mujeres.

Damos nuestro apoyo al PSOE porque necesitamos seguir luchando contra todas las formas de violencia hacia las mujeres, incluida la trata y prostitución de mujeres.

Damos nuestro apoyo al PSOE por su política de refuerzo y consolidación plena de una cultura institucional de la igualdad.

Damos nuestro apoyo al PSOE porque nos queda por delante afianzar la paridad cualitativa, no meramente cuantitativa, y por lo tanto consolidar el liderazgo político y social de las mujeres.

Hacemos un llamamiento a las ciudadanas españolas y damos nuestro apoyo al PSOE por que más allá de su apuesta por la conciliación de vida laboral, se implica en el fomento del compromiso masculino en la corresponsabilidad de los cuidados.

Damos nuestro apoyo al PSOE por su compromiso en el logro de la justa correspondencia y adecuación de nuestra elevada formación en el espacio público.

Damos nuestro apoyo al PSOE por su compromiso para poner en valor el talento y la creatividad de las mujeres frente a la pervivencia de estereotipos y prejuicios que siguen lastrando tales reconocimientos.

Muchos son los retos planteados. Alfredo Perez Rubalcaba es el candidato que más confianza nos genera para poder asumirlos. Por eso hemos constituido esta plataforma de apoyo.

domingo, 9 de octubre de 2011

Yo, zorra, tú, cabrón

Siguiendo la máxima "lo que no se dice no existe" manifestamos rechazo y desobediencia pública a todo tipo de violencia por lo queremos hacer visible nuestro apoyo y agradecimiento a las palabras de la sra.jueza, Rosana Güiza:
"Me dirijo al “cabrón” del juez de la Audiencia Provincial de Murcia que ha revocado una condena por amenazas a un hombre que, entre otros insultos, llamó “zorra” a su mujer y le aseguró al hijo de ambos que “la vería en una caja de pino”. Usted, “cabrón”, se toma esto como una amenaza leve y se cree que lo de “zorra” iba porque la señora es muy astuta y debe actuar con especial precaución, como dicho animal. Precisamente con términos parecidos me dirijo yo a usted, señor del Olmo, con el de “cabrón”, que es un término que no siempre denota lo que todo el mundo piensa sino que tiene otras acepciones como, coloquialmente, en Cuba, dicho de un hombre experimentado y astuto. Justo es con esta acepción con la que yo me refiero a usted, lo mismo que hizo ese maltratador -y digo maltratador porque ya había sido condenado antes por un delito de malos tratos en el ámbito familiar- con su mujer. Zorra y cabrón vienen a ser lo mismo, dos animales que denotan acepciones muy diferentes en el diccionario.

Dando por hecho que su santa madre, señor “cabrón”, -siempre en el sentido experimentado y astuto de la palabra, por supuesto,- también sea una “zorra”, ya que tuvo que tener la valentía y la astucia de criarle a usted como hijo, no tenga culpa de haberle traído a usted al mundo, imagino que se habrá sentido avergonzada ya que, gracias a usted y su sentencia, ahora habrá un gran número de mujeres maltratadas y amenazadas que no se atrevan a ir a denunciar los malos tratos por temor a encontrarse con jueces igual de “cabrones” – astutos y experimentados- que usted.

Que unos pocos hay que ya han sentenciado en otras ocasiones, por ejemplo que, "no toda acción de violencia física en el seno de la pareja del que resulte lesión leve para la mujer, debe considerarse necesaria y automáticamente como la violencia de género". Y alguna que otra vergonzante sentencia más que hay por ahí y en las que, curiosamente, usted también era ponente. Así que, con todo el cariño del mundo, señor “cabrón”, y con esta palabra que en ningún caso proyecta desprecio o menosprecio hacia usted y su dignidad como hombre, me despido, deseándole que nunca en la vida se cruce con alguien que le maltrate física o psicológicamente y que no dé con una jueza como yo.
Rosana Güiza
rosanaguiza@extraconfidencial